Revisión de fimosis
El diagnóstico de fimosis es muy simple y se hace a menudo por el propio paciente. En el examen, el prepucio se encuentra estrecho y se hace el diagnóstico. En formas más leves, esta sólo se manifiesta con un pene erecto, y el resultado de la consulta puede ser ambigua. En tales casos, se tiene que hablar con el paciente para aclarar la situación.
La circuncisión es el procedimiento más realizado en estos casos. Se lleva a cabo bajo anestesia local en la base del pene de una manera circunferencial. Se trata de la eliminación completa del prepucio. Después del procedimiento, el glande queda completamente al descubierto. El procedimiento tiene la ventaja de ser curativa en prácticamente todos los casos, pero tiene la desventaja de dejar el glande completamente al descubierto. Después del procedimiento, se utilizan suturas reabsorbibles, que no necesitan ser removidos. La herida se cura en alrededor de 2 semanas. Es necesario esperar alrededor de 3-4 semanas antes de reanudar la actividad sexual. Al principio, la cicatriz todavía fresco puede causar algunas molestias, pero el uso de pomadas antiinflamatorias puede ser útil para acelerar la reanudación de la actividad sexual. El glande, que esta total o parcialmente al aire libre, ayuda a incrementar la sensibilidad debido a estar en contacto directo con el ambiente externo.
Sin embargo, esta sensibilidad es enteramente transitoria y desaparece tan pronto como el (corneal) cubredor queratinizado se forma así como en los labios, lo que reduce su sensibilidad. Después de la circuncisión, cicatrices queloides or “inesthetic” se pueden formar, lo que causa problemas psicológicos para el paciente, que no es capaz de mantener relaciones sexuales normales.