Enfermedad de Peyronie

La enfermedad de Peyronie se caracteriza por la inflamación crónica de la tunica albugínea, una membrana que cubre el cuerpo cavernoso del pene.

La Tunica albugínea es generalmente elástica y permite un alargamiento de aproximadamente 30% de la longitud del tamaño del pene cuando está erecto. En Induratio pene plastica, el pene se vuelve más gruesa, inelástica y a veces dura y calcificada.

El endurecimiento en la fase inicial se limita a pequeños nódulos que pueden multiplicarse y extenderse a la parte mayoritaria del pene.

La enfermedad tiene la mayor incidencia entre 50 y 65 años pero también puede aparecer a una edad temprana. Con bastante frecuencia, se acompaña de diabetes, gota, hipertensión y aterosclerosis. Además, puede ser activado debido a los eventos anteriores de traumas o microtraumas al pene; a veces puede ser activado debido a las lesiones sufridas durante la actividad sexual. La enfermedad se encuentra con mayor frecuencia en concurrencia con otras enfermedades del tejido conjuntivo (por ejemplo: la enfermedad de Dupuytren o fibrosis de mano, timpanoesclerosis, artritis, etc.). El elemento clave de la enfermedad es la aparición en la túnica albugínea del cuerpo cavernoso del pene de la zona de endurecimiento (“placa”) que van desde unos pocos milímetros a 2-3 cm, determina la ocurrencia, alguna sensibilidad local que se acentúa durante la erección, durante el tacto, la masturbación o el coito. Bastante rápido resulta entonces en la flexión del pene.

La flexión puede ser modesta, pero en algunos casos, puede ser de tal magnitud que hace que la penetración sea difícil o imposible. El endurecimiento de la zona es de hecho una causa de alarma para el paciente (la principal preocupación es tener un tumor), dolor en la segunda zona es también un motivo de preocupación ya que puede evitar que las actividades sexuales causen una curvatura del pene desordenadas o con problemas estéticos y funcionales. La hipótesis patogénica más fiable traza el inicio de la enfermedad a microtraumatismos de túnica con una pequeña fractura de la vena. El proceso de reparación de tejidos implica la producción de sustancia fibrosa por células especializadas (fibroblastos) para “cerrar la fractura”. Este proceso no se detiene y la producción del tejido fibroso continúa la aparición de una placa que es rígida, inextensible y perceptible al tacto. 

Se han propuesto muchas terapias pero con sólo unos pocos resultados. La única sustancia que puede detener la enfermedad parece ser la vitamina E. Sin embargo, la terapia de iontoforesis con verapamilo y corticosteroides es útil.

En una etapa temprana de la enfermedad, el paciente experimenta una sensación de dolor en el pene moderada acentuada por la erección. Un área de endurecimiento (placa, nódulo) aparece y el pene tiende a curvarse en correspondencia de la placa. Entonces el dolor de forma espontánea tiende a disminuir, el tamaño de la placa se estabiliza y la flexión se detiene; pero esto es sólo una mejora espontánea aparente. En realidad, con la participación de la pared lateral, el pene puede llegar a enderezarse a costa de su longitud, a menudo es acompañado por estrechamiento de reloj de arena o por la formación de nuevos nódulos. La capacidad de la erección se reduce gradualmente, hasta que se alcanza la etapa de la impotencia, que también puede llegar a ser absoluta; esto se debe a los cambios que enfrenta el recubrimiento del cuerpo cavernoso  que interfiere con el mecanismo de la toma de la sangre dentro de ellas (la disfunción eréctil “fuga venosa”). Con el tiempo, la placa tiende a calcificar y el pene se hace más corto y más delgado. Estas modificaciones se producen con una tendencia tortuosa, generalmente en el espacio de varios meses, a veces incluso más lentamente; pero también pueden producirse a un ritmo rápido y con la progresión aguda. Problemas psicológicos profundos ocurren inevitablemente, de manera significativa debido a la progresión de la enfermedad, los problemas de erección o incluso fuera del auto-desarrollado “vergüenza” para mostrar un pene deformado a la pareja sexual; la angustia psicológica puede amplificar aún más el problema del funcionamiento sexual.

Un examen realizado por el especialista es la herramienta esencial para detectar esta enfermedad. Además de reconocer la placa, la visita permite estimar el índice de elasticidad del pene, es decir, la relación entre su longitud, mientras que en la erección y en el estado flácido. Esta relación nos da información sobre la extensión de la duración en sí. Ultrasonido, sin embargo, tiene su propia importancia pero se emplea para obtener indicaciones precisas solamente. La prueba nos dice si hay calcificaciones dentro de una placa y, sobre todo, si se asocia con una prueba de drogas-erección, es decir, una erección inducida farmacológicamente realizado por sustancias inyectables tales como alprostadil en el pene, lo que nos permite estudiar el sistema arterial y vascular venosa, es decir, el flujo de la sangre que en el pene a través de las arterias cavernosas y los flujos de la sangre de salida, también llamado el mecanismo veno-oclusiva.

Esta investigación es de particular importancia en la planificación de someterse a un tratamiento quirúrgico ya que le permite saber si hay factores de riesgo para la disminución de la erección. La induración plástica del pene es una lesión no tumoral benigna y nunca puede convertirse en un tumor. La cirugía se reserva para los casos en que existe una curvatura del pene que hace que las relaciones sean muy difícil.